La forma en que colocas y retiras un audífono puede marcar la diferencia entre una experiencia satisfactoria y una fuente de incomodidad o baja eficacia auditiva. En este artículo perderemos de vista listas exhaustivas y nos enfocaremos en explicaciones profundas y humanizadas. Al final, comprenderás no solo los pasos correctos, sino también por qué cada gesto importa. Y, por supuesto, descubrirás cómo Hearin‑IT te acompaña de principio a fin.
El valor real de una colocación adecuada
Colocar bien un audífono no es solo una cuestión técnica; es un acto que conecta directamente con tu bienestar diario. Un ajuste mal hecho puede comprometer la claridad de los sonidos que recibes, provocar molestias como presión o irritación, y hasta causar desconfianza en el uso del dispositivo. Por el contrario, cuando el audífono está en su lugar correcto, la audición mejora notablemente. Además, evita gastos innecesarios por reparaciones o cambios prematuros del aparato.
En Hearin‑IT hemos comprobado que una intervención temprana, acompañada de orientación personalizada, ofrece beneficios duraderos tanto en calidad auditiva como en satisfacción emocional del usuario.
Antes de colocar el audífono: empieza con buen pie
Es esencial que el primer contacto con tu audífono sea supervisado por un profesional en un entorno controlado. En los centros auditivos asociados a Hearin‑IT, se realiza un análisis individualizado de tu capacidad auditiva, se selecciona el modelo más adecuado (ya sea intrauricular o retroauricular) y se ajusta la programación para adaptarse a tu perfil. Este paso es fundamental para que los gestos siguientes en casa tengan sentido y eficacia.
La entrega del dispositivo incluye también formación práctica: un profesional te enseña a colocarlo y retirarlo con técnicas seguras, explicando por qué cada procedimiento es importante. Esta formación inicial aporta seguridad y conocimiento, evitando errores o malas prácticas.
¿Cómo colocar un audífono intrauricular correctamente?
Tomar el audífono por la zona superior, sin rozar la salida del sonido, es el primer gesto esencial. Con la otra mano, suavemente, se estira el pabellón auricular para abrir el canal. En un movimiento suave y giratorio, el molde se introduce alineado con la forma natural del oído. Si sientes resistencia o incomodidad, lo más adecuado es detenerte, retirarlo y volver a intentarlo, porque forzar puede provocar síntomas molestos como presión o pitidos.
Una vez colocado, observa si se mantiene firme. Hablar o inclinar la cabeza te permitirá evaluar el ajuste. Si se mueve con facilidad, será necesario volver al centro auditivo para una revisión profesional.

Cómo colocar un audífono retroauricular con soltura
Este tipo de audífonos combina un molde que encaja en el canal y un cuerpo externo que se coloca detrás de la oreja. Al tomar el molde con pulgar e índice, asegúrate de introducirlo en el canal con cuidado, siguiendo la dirección que tu oído marca. Tras ajustar el molde, rodea la parte trasera de la oreja con el cuerpo del audífono, dejando que descanse con naturalidad. El resultado debe ser un conjunto estable que se mantenga al hablar o mover la cabeza.
Si notas presión excesiva o el audífono se desliza, podría requerir un ajuste o cambio de molde. Estos detalles deben ajustarse con ayuda profesional para que cada vez que lo coloques, sientas seguridad y ausencia de molestias.
Retirar un audífono de manera segura: intrauricular
Para los modelos intrauriculares, retira siguiendo el camino inverso a su colocación: coloca el pulgar detrás del lóbulo, presiónalo suavemente para desanclar el stencil y, cuando comience a aflojar, extrae el molde despacio. Evitar tirones bruscos es fundamental, tanto para proteger el canal auditivo como para no dañar el dispositivo.
Este acto, cuando se realiza de forma pausada y consciente, ayuda a preservar la integridad del oído y del audífono, y refuerza además tu confianza al manejar el dispositivo.
Retirar un audífono retroauricular: paso a paso sin prisas
El proceso de retirada de un modelo retroauricular comienza con la carcasa que descansa sobre la oreja. Sosteniéndola, baja el lóbulo con suavidad y extrae el molde girándolo en el canal. Asegúrate de realizar este gesto con delicadeza y sin prisa, ya que cualquier forcejeo puede generar molestias auditivas o mecánicas en el audífono.
La lentitud en este método no solo preserva tu oído, sino también prolonga la vida útil del audífono.
¿Cómo resolver los problemas más frecuentes?
Es común que, al iniciar el uso de los audífonos, surjan dificultades como pitidos, sensación de taponamiento o irritación. Reconocer su origen te permite actuar de inmediato con eficacia, evitando que una pequeña incomodidad se convierta en un motivo de desmotivación.
Pitidos constantes
Los pitidos suelen indicar falta de sellado o una conexión débil. Si se presenta este síntoma, retira el dispositivo y comprueba si está limpio y bien insertado. Si persiste, viene bien que lo revise un especialista, quien podría ajustar la programación acústica.
Sensación de oído tapado
Cuando el audífono produce una sensación de taponamiento, suele deberse a la ventilación inadecuada del molde. En este caso, tu audioprotesista podrá incorporar ventilaciones en el molde que permiten airear el oído sin comprometer la calidad sonora.
Irritación o enrojecimiento
No es raro experimentar alguna reacción en los primeros días. Si ocurre, limpia el molde después de cada uso con el kit recomendado (paño seco y cepillo especial) y permite que el audífono "respire" sin cubrirlo en exceso. Si la irritación no mejora, plantea al profesional la posibilidad de moldes de materiales hipoalergénicos.
Molestias por presión
La presión excesiva puede no ser evidente al principio, pero con el tiempo provoca incomodidad significativa. Si sientes presión constante al colocar el audífono, es una señal clara de que el molde no encaja perfectamente o que el ajuste de programación es inapropiado.
Cuidado y mantenimiento: más allá de colocar y quitar
El buen uso del audífono incluye una rutina respetuosa con el dispositivo y el canal auditivo:
Limpieza diaria. Un paño suave y seco evita acumulaciones perjudiciales.
Verificación visual del filtro protector. Reemplazarlo cuando esté sucio evita obstrucciones.
Almacenamiento correcto. Un estuche limpio y seco prolonga la vida del audífono.
Protección frente a la humedad. El sudor, el calor o la exposición a ambientes húmedos pueden afectar su funcionamiento.
Además, en Hearin‑IT recomendamos revisiones periódicas para validar que la adaptación sigue siendo óptima. El perfeccionamiento continuo es parte de nuestro compromiso contigo.
La adaptación emocional: ganando confianza
Uso y confianza van de la mano. En los primeros días puedes sentir inseguridad o fatiga auditiva. Lo ideal es construir una rutina serena, donde no falten:
el aprendizaje con presencia de un profesional,
el seguimiento de situaciones cotidianas,
y la formación para claridad frente a imprevistos.
Estas acciones hunden las bases de un uso sostenido y satisfactorio.
¿Cómo te acompaña Hearin‑IT?
Nuestro enfoque parte del principio de que no existen soluciones universales, sino adaptadas a cada persona:
Evaluación y selección de audífono ideal.
Formación precisa en uso seguro de tus audífonos.
Recursos adicionales: guías, vídeos y atención personalizada.
Revisión constante del ajuste tanto físico como emocional.
En Hearin‑IT, nuestro compromiso es convertir lo técnico en una experiencia acompañada, atenta y humana. Así, tú puedes centrarte en lo importante: disfrutar de los sonidos de tu vida.